Fotomultas generan rechazo en Tarija: la población denuncia medidas recaudatorias y falta de soluciones al caos vehicular

La reciente implementación del sistema de fotomultas por parte de la Alcaldía de Tarija ha generado un amplio rechazo entre transportistas y ciudadanos, quienes consideran la medida como un retroceso en la gestión urbana. La sanción por superar los 30 km/h en algunas avenidas ha sido calificada por varios sectores como desproporcionada e ineficaz frente a los verdaderos problemas del tráfico en la ciudad.
“Tarija está como el cangrejo, yendo hacia atrás”, expresó indignado Gumercindo Choque, transportista de taxi libre, al considerar una barbaridad imponer multas por exceder un límite de velocidad que califica de irreal para una vía principal. Otros ciudadanos manifestaron que esta iniciativa no tiene un enfoque educativo, sino claramente recaudatorio. “Esto no educa, solo quieren sacar plata. El tráfico sigue igual o peor porque no han hecho nada para mejorarlo”, criticó una vecina de la zona central.
El director de Ingresos del Gobierno Municipal, Gustavo Carvajal, defendió la medida señalando que las sanciones deben ser canceladas exclusivamente en su dependencia. “La fotomulta es un proyecto que se dio inicio en Movilidad Urbana a raíz de la mala educación vial que hay en la ciudad de Tarija”, justificó, agregando que la finalidad es mejorar la conducta vial de conductores de vehículos y motocicletas.
Según Carvajal, el sistema opera bajo la coordinación entre una empresa especializada y la unidad de Movilidad Urbana, quienes aplican las sanciones conforme a la normativa vigente. “Es una empresa que trabaja conjuntamente con Movilidad Urbana tomando las acciones necesarias de acuerdo a la norma”, detalló.
No obstante, la decisión ha sido duramente cuestionada por su falta de planificación participativa y por no haber estado acompañada de campañas previas de concientización, mejoras en la señalización vial, ni una evaluación técnica pública sobre la elección del límite de velocidad.
Críticos apuntan a que, mientras la Alcaldía se enfoca en mecanismos punitivos para sancionar, no ha dado respuestas concretas a la congestión vehicular, la falta de educación vial estructurada, ni a la deficiente infraestructura urbana. Para muchos, las fotomultas llegan como una solución superficial que ignora las causas estructurales del problema.