Nueva planta de tratamiento de lodos fecales en Tolomosita Sud protegerá el lago San Jacinto de la contaminación

Tarija da un paso clave hacia el saneamiento ambiental y la protección de sus recursos hídricos. En la comunidad de Tolomosita Sud, se ha implementado una innovadora solución para el manejo seguro de aguas residuales domésticas: una planta de tratamiento de lodos fecales móvil, también conocida como “alcantarillado sobre ruedas”. Esta tecnología tiene como objetivo prevenir la contaminación del lago San Jacinto, uno de los cuerpos de agua más importantes y amenazados del valle central.

El sistema se basa en la recolección de desechos provenientes de pozos sépticos individuales en cada vivienda

A través de un camión hidrocinético especializado, estos residuos serán extraídos periódicamente y transportados hacia una planta de tratamiento ubicada en la misma comunidad. Una vez allí, los lodos pasarán por un proceso de separación y estabilización que evitará que los contaminantes orgánicos e inorgánicos terminen infiltrándose en el suelo o en fuentes de agua superficial, como ha ocurrido históricamente en zonas sin red de alcantarillado.

Una solución adaptable y sostenible

El proyecto —denominado Gestión Sostenible de Lodos Fecales Domiciliarios— tuvo una inversión de 3,1 millones de bolivianos, financiados por la Medicor Foundation de Liechtenstein, y forma parte de una estrategia integral de saneamiento que apunta a soluciones descentralizadas, adaptadas al contexto rural y periurbano.

“Este sistema, más allá de ser una alternativa técnica, representa un enfoque sostenible y replicable para otras zonas de Tarija que no cuentan con redes convencionales de alcantarillado. Reduce los riesgos sanitarios, evita la contaminación de suelos y acuíferos, y protege ecosistemas como el del lago San Jacinto, que ha sufrido impactos por descargas clandestinas durante años”, explicó un especialista en gestión de aguas residuales.

Beneficios ambientales y sociales

Prevención de la eutrofización del lago San Jacinto, al evitar la entrada de materia orgánica que alimenta el crecimiento descontrolado de algas.

Reducción de enfermedades hídricas como diarreas, parasitosis y otras afecciones intestinales relacionadas con el contacto con agua contaminada.

Fortalecimiento de capacidades comunitarias, ya que el sistema requiere de una operación y mantenimiento local, lo que puede generar empleo y conciencia ambiental en la comunidad.

El proyecto entrará en funcionamiento en las próximas semanas, y se espera que sea un modelo piloto de gestión de saneamiento descentralizado para otras comunidades rurales del departamento.