Los argentinos corren a dolarizarse tras el fin de los controles

Tras cinco años de estrictos controles cambiarios, los ahorristas argentinos están volviendo a los bancos para comprar dólares “baratos”.
La reciente flexibilización de restricciones por parte del gobierno ha desencadenado una fuerte demanda contenida. Los particulares —hasta ahora los únicos con acceso libre a divisas— aprovechan un tipo de cambio favorable, impulsado por flujos estacionales.
Los argentinos se dolarizan tras la flexibilización del cepo
En los primeros siete días hábiles tras el levantamiento de las restricciones, los depósitos en dólares en bancos locales crecieron en US$1.000 millones, alcanzando los US$25.500 millones. Hasta entonces habían caído en US$2.700 millones a lo largo del año, según datos del Banco Central.
Los argentinos tienen una larga relación histórica con el dólar como refugio ante las recurrentes crisis monetarias y de cuenta corriente. La experiencia con la inflación y las devaluaciones los ha llevado a ver cada debilidad del dólar como una oportunidad de compra.
“Siento que el dólar se irá para arriba contra el peso”, afirma Federico Cuomo, propietario de una planta embotelladora de agua en Buenos Aires. “Todo el ahorro que puedo lo dolarizo”.
Actualmente, el peso opera en términos reales en su nivel más alto en más de una década. Se estima que los argentinos poseen más de US$200.000 millones fuera del sistema financiero formal. “Ese dinero está debajo del colchón y Dios sabe dónde”, dijo Kristalina Georgieva, directora del FMI. “Si saliera y se usara, imaginen lo que sería Argentina”.
Otros argentinos como Pedro Aboy también están aprovechando la oportunidad. Este comerciante de 30 años de Hurlingham, al oeste de la capital, compró US$800 a principios de este mes. “Todo está subiendo de precio: los autos, la mercadería, excepto el dólar”, dijo. “El dólar está muy barato”.
Salida parcial del cepo y apreciación cambiaria
A pesar de la fuerte demanda, el peso oficial se ha fortalecido gracias a ingresos estacionales por exportaciones de soja y al ingreso de capital extranjero atraído por el carry trade. A inicios de mes, el país recibió un desembolso de US$12.000 millones del FMI, reforzando las reservas del Banco Central.
Entonces, ¿por qué los inversores minoristas están acaparando dólares, a pesar de la reciente apreciación del peso? “Es natural que, cuando se permite acumular dólares libremente a un tipo de cambio bajo, la gente se apresure a hacerlo”, dijo Joaquín Cottani, economista de Global Source Partners, que anteriormente fue viceministro de Economía.
Los inversores esperaban que el peso se depreciara más de un 10% una vez que el gobierno suavizara las restricciones, según precios en el mercado de futuros. Pero eso no ha sucedido. “No ha ocurrido nada mágico que haya mejorado la productividad, reducido los impuestos o impulsado la competitividad. Lo único que ha cambiado es que ahora hay más reservas”, afirma Cottani.
Las entradas estacionales procedentes de la cosecha de soja han inyectado dólares frescos en el mercado, lo que ha fortalecido temporalmente el peso y reducido el costo de compra de dólares estadounidenses.
“Este tipo de cambio más apreciado, que surge de un mercado libre, puede no ser compatible con los fundamentos reales que hacen sostenible la cuenta corriente”, dijo Guido Sandleris, exjefe del Banco Central de Argentina y actual profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y la Universidad Johns Hopkins.
Históricamente, los argentinos dolarizan sus carteras en la antesala de elecciones, como medida de precaución. Las inversiones suelen estar estrechamente vinculadas a las expectativas electorales y a los niveles de confianza y popularidad del gobierno. JPMorgan, por ejemplo, recomendó comprar bonos en moneda local, pero solo aquellos con vencimiento previo a las elecciones de octubre.
La confianza en el gobierno de Milei cayó en abril por quinto mes consecutivo, según un índice elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella. El índice bajó un 3,7%, hasta los 2,33 puntos. La aprobación presidencial bajó de 46,5% a 41,8%, según AtlasIntel.
“El riesgo de que los retail se dolaricen antes de las elecciones siempre va a estar”, afirmó Alberto Ades, director de la consultora de inversiones NWI Management LP. Sin embargo, dado el superávit fiscal de Argentina y el compromiso del banco central con una política monetaria restrictiva, Ades cree que esta vez será diferente. “O sea, si bien siempre se pueden dolarizar tenencias, para correr contra el BCRA hay que tener pesos, y no hay muchos, me parece”, afirmó.
«Terapia de Shock» es una columna semanal de análisis centrada en las finanzas y los mercados en Argentina.
FUENTE: BLOOMBERG